Garfield, que ya destacó en “The social network”, aporta su cara de niño y su energía a un personaje adolescente pese a que el actor californiano está a punto de cumplir 29 años.

Y la jugada le sale bien, con un Spiderman que reacciona como un niño ante la llegada de sus poderes y que sólo se baja de su monopatín para enfundarse su mono de trabajo de superhéroe.

El actor se maneja igual de bien en las escenas de acción y en las más sentimentales y eso pese a que la química con Emma Stone no es de alto voltaje.

Stone está estupenda en las escenas individuales pero junto a Garfield forman una pareja difícil de creer.

Pese a todo la película es un excelente ejemplo de cine de acción, con pocas sorpresas, pero que cubre de sobra las expectativas de los aficionados a este género.

Es el caso de Martin Sheen como tío del joven Peter Parker, de Sally Field como su tía, de Rhys Ifans, como el oponente de Spider-man o de Denis Leary como el capitán de policía encargado de acabar con ese extraño tipo vestido en mallas que se pasea por las calles de Nueva York.

Todos ellos arropan a un Garfield que se hace dueño de la historia con facilidad y que dota a su personaje de la vulnerabilidad necesaria para hacerle creíble.

EFE