Decenas de admiradores de Mario Moreno Reyes , conocido mundialmente como “Cantinflas”, desfilaron en la capital de México ante su tumba, donde hubo rosas y gladiolos blancos, y emociones compartidas en el centenario de su natalicio.

“No habrá otro como él…¡nunca!”, dijo a Efe Guadalupe Ruiz, una mujer apenada por no haber tenido dinero para traerle flores a “Cantinflas”, pero que no ha dejado de comprar sus películas.

Su testimonio fue uno de tantos de los que se escucharon ante el sepulcro, que visitó también Mario Moreno Ivanova, único hijo del actor (1911-1993), quien encabezó una misa celebrada en la capilla del Panteón Español.

“Estoy muy contento, feliz, de compartir con todos este centenario de él. Siento que él quisiera estar aquí para agradecer personalmente todo el cariño con que se ha desbordado la gente hacia él en recuerdos, eventos, festejos, celebraciones. Lo agradezco muchísimo a todos”, dijo tras la ceremonia.

A la espera de otro acto por el centenario del nacimiento de actor, la emisión de un sello en su memoria esta noche en el Palacio de Correos de Ciudad de México, los admiradores del genial humorista, cada cual a su estilo, le acompañaron en el panteón.