Mientras descansaba de las grabaciones de la reciente película en la que participa, Daniel Radcliffe pretendía relajarse bebiendo un refrescante vaso con agua. Pero lo que se sirvió y bebió fue líquido refrigerante, altamente venenoso para el organismo humano.

El producto había sido añadido a las tuberías para evitar que el agua se congelase debido a las bajas temperaturas canadienses. La estrella aseguró que fue un accidente y que desconocía la existencia de esta técnica.

“En Canadá hace mucho frío y como medida de precaución para que el agua no se congele en las tuberías por la noche, lo que hacen es añadirle anticongelante. Así que lo que sale de los grifos de las caravanas es agua no potable. Me imagino que llevará algo de anticongelante. El problema es que yo no lo sabía, y me puse tremendamente enfermo”, contó el popular actor.

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