Es grato oir discos de bandas que congregan a músicos de otras bandas entre sus filas. Sucedió con Mad Season que tenía a un jovencísimo Layne Staley (Alice in Chains) y Mike McReady (Pearl Jam) o Temple of the Dog con Chris Cornell (Soundgarden-Audioslave), Eddie Vedder y Matt Cameron (Pearl Jam), por citar sólo un par de ejemplos.

Con miras a formar un proyecto musical independiente que haga del rock un lenguaje común, nace Chino. El grupo no cuenta con un rostro pero si un sonido de lo más propio. Un sonido que fue masterizado por el mítico estudio Abbey Road en Londres, en donde se grabó la mayoría del material de The Beatles.

Para este disco se contó con la colaboración de José Arbulú (Cementerio Club) en la composición junto a Chino, Pipe Villarán (G3, Fuckin Sombreros) en la guitarra, Joni Chiappe (JAS) en los teclados, Frank Edgar (ex La Sarita) en el bajo y Guillermo Vallejos (Miki Gonzalez) en la batería.

La congregación de rockeros da vida a un sonido vintage que funciona sin muchos complejos. La melodía vocal es apreciada junto a la distorsión guitarrera en la canciones “Nuestro Universo” y “Vuelve”. El más puro sonido Beatle se pone de manifiesto con el tema “Buby” y “Todo Sucedió” nos recuerda al Sui Generis de los mejores años.

Aunque esto no termina aquí, vale citar como la gran sorpresa del disco la participación de Nito Mestre (Sui Generis) en la canción “Misterio”. “No puedes detenerme” demuestra que Ceratti está más despierto que nunca y “Cómo decírtelo” explora los matices del britpop de mediados de los noventas.

El toque personal del artista lo ponen la canciones “Solo espero” y “Atrapado” que le dan al disco luces de sonido propio, tan difícil de encontrar en discos en estos últimos tiempos. Cabe mencionar que la minimalista portada del disco es de simple fondo blanco con la palabra “CHINO” repetida en columnas, lo que demuestra la intención de la banda de hacer prevalecer la música por encima de cualquier cliché de imagen.

En resumen, un disco para aquellos que desean cambiar de aires musicales y desligarse de la mediocridad a la que nos exponen algunas radios. ¡Corre a comprarlo!

Robinson Reyna