Olinda Montero, enfermera que atendió a la fallecida Edita Guerrero hasta el último día de su vida, declaró este domingo para “Reporte semanal”.

“Cuando yo llegué a la clínica (Belén), ella estaba consciente. Tenía la boca reventada, moretones en las piernas, moretones en la cadera. Antes de que ella llegara a la clínica, yo siempre la frecuentaba, pero ella me había contado en algunas ocasiones que su esposo siempre la maltrataba”, refirió Montero.

“Yo le pregunté si él (Olortiga) le había pegado, la primera vez se quedó callada y agachó la mirada. La segunda vez me dijo que sí, que ella se quería ir a una fiesta y eso había generado una discusión en la que él la había golpeado. Cuando ella intentó escaparse, se cayó por la escalera. Ella me dijo ‘nadie me auxilió y no me acuerdo más’”, pronunció la enfermera, declarando que este testimonio le fue confiado por Edita dos días antes de morir.

CONVULSIONES

Asimismo, Olinda Montero aseguró que se comunicó con Paul Olortiga cuando su esposa Edita Guerrero comenzó a convulsionar, obteniendo una respuesta inesperada. “Le llamé para comunicarle que su esposa estaba convulsionando, me contestó una grosería: ‘ya la cag…’”, declaró la fuente.