Al promediar la una y media de la tarde, Maribel Velarde abandonó la sede del Primer Juzgado Supraprovincial de Lima vistiendo una gorra celeste, lentes oscuros y blusa marrón.

Luego de abordar su vehículo, Velarde se dirigió a una vivienda en Miraflores donde amigos y familiares intentaron evitar un excesivo acercamiento por parte de la prensa.

Se supo que Maribel Velarde enfrentará diversas restricciones en el proceso por lavado de activos, entre las cuales se encuentra la imposibilidad para salir del país.