Los longevos ancianos de Okinawa, Japón, revelaron que llegaron a los cien años gracias a tres pilares: La actividad física diaria, un ritmo de vida relajado y una buena alimentación.

En este campo, los ingredientes, las técnicas para cocinar los alimentos y el espíritu del “Ishoku Dogen”, que puede traducirse por “Comer sano para prevenir la enfermedad”, han evolucionado al ritmo del rico intercambio cultural y comercial de este archipiélago con China, la península coreana, el Sureste Asiático y el resto de Japón.

Comer frutas, verduras y pescado

En concreto, estas personas afirman haber comido mucha piña, papaya, guayaba y un tipo de mandarina de Taiwan llamada “shiikuwasha“, con un alto poder antioxidante. Pero la fruta estrella en Okinawa es una especie de melón amargo llamado “goya”, que al parecer tiene grandes propiedades preventivas contra el cáncer y contra la diabetes.

Es importante el clima subtropical de las islas, que permite el cultivo abundante de estas frutas.

No llenarse al comer en más de un 80%

Comer bien no es sólo comer lo correcto, sino también hacerlo bien, y en este sentido, uno de los consejos que nos dan estos sabios gastrónomos es no llegar nunca a llenarnos. Hay que comer lo justo para aguantar de ingesta a ingesta, y para que el cuerpo no nos pida comer entre horas. Claro, que esto también depende de la fuerza de voluntad de cada uno.

La carne mejor comerla desgrasada

La dieta para vivir 100 años de Okinawa es una dieta equilibrada, como debe ser, y también hay sitio para la carne. Los abuelos centenarios de estas islas del Japón confiesan comerse del cerdo, todo “menos las pezuñas y la sonrisa”. Pero tienen un secreto: Según cuentan, cuecen la carne en exceso, hasta que consiguen eliminar la grasa.

Evitar el estrés y hacer ejercicio

A parte de comer bien y en cantidades razonables, los ancianos de Okinawa aluden también al estilo de vida relajado y al ejercicio físico diario como complementos de su estupenda “dieta de la eternidad”.

Fuente: Vanguardia.com y blogcocina.es