El estudio encontró que luego de un año de la pérdida de su esposo debido a un paro al corazón, las viudas tenían tres veces más posibilidades de comenzar a tomar anti-depresivos que antes de la pérdida.

“Un ataque cardíaco tiene un gran impacto en toda la familia y este estudio pone el énfasis en la importancia de cuidar a las parejas de aquellos que sufren el paro al corazón”, señaló la jefa de enfermería de la Fundación British Heart, Maureen Talbot.

El uso de drogas contra los ataques de ansiedad también crecía, según el informe de la Publicación Europea para el Corazón (European Heart Journal).

“Sabemos que la gente se puede sentir muy nerviosa o vulnerable cuando un ser querido sufre un ataque cardíaco. Es fundamental que ellos reciban ayuda emocional y práctica durante este tiempo traumático”, aseveró.

Asimismo, se concluyó que si la pareja sufre un ataque al corazón, la salud de la esposa es más afectada que la de aquellas mujeres cuyos maridos murieron o sobrevivieron a otras condiciones médicas.