El trabajo, publicado por la revista científica británica Nature, demostró que las mutaciones genéticas espontáneas (no heredadas) aumentan rápidamente con la edad del padre en el momento de la concepción.

Para evaluar la importancia de las mutaciones, que pueden causar esquizofrenia o autismo, la investigadora islandesa Augustine Kong y sus colegas estudiaron el genoma de 78 niños con esas enfermedades y también el de sus padres.

Descubrieron que la mayoría de las mutaciones espontáneas que encontraron provenían del genoma transmitido por el progenitor y que su edad en el momento de la procreación desempeñaba un papel primordial en su aumento.

“Un padre de 40 años transmite dos veces más mutaciones a su hijo que un padre de 20 años”, lo que puede ser “una cosa buena” para la “diversidad”, pero no cuando se trata de mutaciones que acarrean enfermedades genéticas, explicó Kari Stefansson, uno de los autores del estudio.

El especialista consideró que una “parte sustancial” de los nuevos casos de autismo diagnosticados estos últimos años podría estar ligada a la edad paterna.

“Extraer el esperma de jóvenes y congelarlo para poder utilizarlo más tarde podría ser una solución individual prudente”, agregó Alexey Kondrashov, de la Universidad de Michingan.

Fuente: EFE