Óscar Gayoso, presidente de la Sociedad Peruana de Neumología, señaló que la vitamina C no es un tratamiento para combatir resfríos o influenzas. La evaluación médica es indispensable cuando una persona tiene indicios o síntomas de este tipo de enfermedades.

El frío por sí solo no puede provocar un resfrío ni influenza, sin embargo el invierno es la época de mayor incidencia de estas enfermedades, por lo que es indispensable contar con un sistema inmune saludable.

Tanto la vitamina C como el zinc, mejoran las defensas colaborando con la función de los glóbulos blancos (células de defensa) que se encargan de identificar y eliminar los microorganismos que producen enfermedades.

La vitamina C se encuentra principalmente en alimentos como la toronja, fresas, papaya, naranja, etc. Por su parte, el zinc está presente normalmente en las carnes, hígado, huevos, pescado, mariscos y leche.

Aproximadamente cada persona tendría que tomar 20 jugos de naranja para tener 1 gr. de vitamina C y comer mucha carne para llegar a los 10 mg. de zinc que nuestro organismo necesita.

Por ese motivo, existen suplementos nutricionales que contienen vitamina C (1gr) + Zinc (10mg) que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Cabe señalar que en bajas temperaturas los lípidos de la membrana del virus forman una especie de gel que los protege, aumentando su tiempo de vida fuera de un cuerpo, y por lo tanto, aumentando la probabilidad de contagio.

Nuestro organismo cuenta con una barrera de defensa en las vías respiratorias contra microorganismos y partículas, los cuales son atrapados y barridos hacia el exterior. El aire frío disminuye la calidad de estas barreras de defensa, disminuyendo a su vez su función de protección. Además, durante el invierno buscamos permanecer en espacios cerrados, por lo tanto, habría mayor exposición y riesgo que los virus pasen de una persona a otra.