En los últimos años se ha descubierto que la ingesta de algunos alimentos puede disminuir sensiblemente el riesgo de padecer cáncer de mama. Según lo informó la doctora Astrid L. Margossian, cirujano mastóloga del Instituto Médico Halitus en Estados Unidos.

Por ello, le dejamos unos cuantos consejos de una dieta para prevenir el cáncer mamario:

Cambiar el tipo de grasas: las grasas se clasifican en buenas y malas. Las buenas son las conocidas como omega 3 y 9 (aceite de oliva, pescados, palta), las malas son las omega 6 (todos los aceites menos el de oliva, la mayonesa, la margarina y papas fritas)

Disminuir la carga de glucosa: como panes blancos, papas, arroces.

Aumentar el consumo de fibras: como cereales y trigo que disminuye los niveles de estrógenos.

Evitar los estrógenos químicos: como los pesticidas, la piel del pollo y otros.

Disminuir la grasa corporal: especialmente la abdominal, ya que estas células grasas son una fábrica de estrógenos.

Limitar el alcohol: aumenta los niveles de estrógenos circulantes y aumenta un riesgo de cáncer de mama en 11 por ciento.

Aumentar la ingesta de vitamina D: es un potente inhibidor del crecimiento de las células. Se puede ingerir como suplemento o exponerse al sol 15 minutos 3 veces por semana, en horarios seguros (evitar el mediodía).

Hacer ejercicio: disminuye la grasa corporal, reduce los niveles de insulina y aumenta los niveles de estrógenos buenos. Se recomiendan 4 horas de ejercicio semanal, de intensidad moderada.