hizo sus deberes jugando en Anfield Road y derrotó 2 a 0 al en el primer duelo de la llave de octavos de final de la que ambos integran. La próxima semana se jugará el partido de vuelta en el estadio Old Trafford.

En una temporada anodina, en la que ambos clubes prácticamente luchan por jugar la próxima temporada en la Europa League, tanto Manchester United como Liverpool se vieron las caras en una eliminatoria inédita. Ninguno, más de medio siglo de historia continental, se había cruzado fuera de las competiciones inglesas.

Por eso el primer partido tenía cierto morbo. La rivalidad es evidente, pero llevada a Europa tenía un sabor especial que tal vez se volvió algo amargo para el aficionado que esperaba un espectáculo más digno de un duelo de altura.

Ninguno de los dos equipos brilló en exceso, aunque fue el Liverpool quien mantuvo el ritmo y el tipo durante casi todo el partido. Los hombres de Louis Van Gaal, que recordó en rueda de prenda que estaban ante un “enfrentamiento histórico y tradicional”, no convencieron y fueron tradicionalmente aburridos, como en casi todos los partidos que ha disputado este curso.

El Liverpool, con la baja del brasileño Lucas Leiva por lesión y con algo más de ganas de ir a por el choque, tal vez por estar ante su público, contó con casi todas las oportunidades de la primera parte. No fueron muchas, pero suficientes para marcharse al descanso por delante en el marcador.

La primera y más clara fue un penal cometido por Memphis Depay que no desaprovechó Daniel Sturridge. David De Gea tocó la pelota y estuvo a punto de salvar el 1-0, pero finalmente el balón entró en la portería del Manchester United y el Liverpool consiguió una ventaja antes del descanso merecida.

En la reanudación, el choque siguió con el Liverpool dominador a base de arranques y con De Gea en plan salvador para los suyos. Sus paradas siguieron siendo fundamentales y continuó sacando balones al equipo del técnico alemán Jürgen Klopp.

Al final, aunque el brasileño Roberto Firmino volvió a batir a De Gea por culpa de una defensa que le dejó vendido en el segundo tanto, el foco del choque apuntó al portero de los “Red Devils”.

EFE