Ricardo Gareca, entrenador de la Selección Peruana, terminó bastante emocionado al final del partido contra Brasil por Copa América, al que eliminó con un gol polémico de Raúl Ruidíaz.
Cuando sonó el pitazo final, Ricardo Gareca recibió el abrazo de sus asistentes técnico, entre ellos el de Nolberto Solano. Su rostro lo decía todo: el triunfo era histórico.
Luego de saludar a sus asistentes se dirigió hacia la terna arbitral y estrechó la mano del uruguayo Andrés Cunha y le soltó una palabra repetida por dos: “impecable, impecable”.
Gareca, en la conferencia, aseguró que no acostumbra hablar de los árbitros y que hicieron los méritos suficientes para ganar el partido.