Will Smith, reconocida estrella de cine estadounidense, estuvo en la final de la Liga de Campeones entre Bayern Munich y Borussia Dortmund y participó de un show en las afueras del estadio.

Cuando se le pidió patearle un penal al reconocido meta Van der Sar, Will aceptó de inmediato y, tras hacer un extraño calentamiento, se decidió a patear el balón.

La verdad es que no lo hizo bien. El público presente estalló en risa. En cambio, su hijo Jaden Smith, si logró darle al balón, aunque su remate fue débil y fácil. Lo que natura no da Salamanca no lo presta.