La estrella del PSG recordó algunas de sus historias de adolescencia en el barrio de Malmo en el que se crió y en el que “violar la ley” era una forma de diversión.

“Robé muchas bicicletas. También robábamos coches. Era como vivíamos. Hacíamos esas cosas por la adrenalina, la motivación. Vengo de Rosengård. En Suecia se considera un gueto, pero para mí era un paraíso. Crecí allí y tenía muchos amigos”, declaró Zlatan Ibrahimovic en una entrevista con la emisora Europe 1.

Tampoco tuvo inconveniente en abundar en capítulos de su infancia, con una madre divorciada, un padre afectado por la guerra en Bosnia y alcohólico, un frigorífico vacío. “No tenía hambre. Tenía mucha hambre”, señaló el internacional sueco, quien reconoció que lo único que le pidió a su esposa es que la nevera siempre estuviera llena para sus hijos.

“Mi vida también es hermosa. Estoy en una posición en la que muchos querrían estar, pero a fuerza de mucho trabajo”, declaró el futbolista.

Ibrahimovic se prodigó poco sobre su andadura futbolística en París, más allá de señalar que “el equipo está creciendo” y que hay tanto “grandes proyectos en curso” como “mucha presión para ganar”.

EFE