De esta manera, los muniqueses se vengaron de la caída por 1 a 0 sufrida en el juego de ida en Suiza.
Bayern Munich prácticamente definió la serie en el primer tiempo, ya que con los tantos de Robben, Muller y Gómez se fueron al descanso con tres goles de diferencia.
Para el complemento, la máquina bávara siguió aplanando a un Basilea que no atinaba a nada. Gómez se convertiría en figura, al marcar tres goles más y sumar cuatro en su cuenta personal.
La cuenta iba 6 a 0, pero el Bayern no se conformó y Robben se encargó de marcar el sétimo del partido, cerrando así el marcador a favor de su escuadra que comienza a soñar con la Liga de Campeones.