La causa de la ‘terrible’ falta que cometió en contra de Sven Ulreich, portero del Stuttgart, se debe a la frustración que sentía Paolo Guerrero ya que su equipo caía por goleada en su propio estadio.

“Sí, fue una pelota dividida, yo pensé que llegaba al balón. Estaba frustrado porque perdíamos 3-0. Fue una mierda porque perjudique a todo el quipo. Por eso pido disculpas a mis compañeros y los fans”.

“Yo lo encontré (al aquero) el pudo seguir jugando, fue un error mío, gracias a Dios no pasó a mayores”, sostuvo Paolo Guerrero.