Durante el verano, es común que los bebés y niños puedan padecer problemas gastrointestinales debido a cambios en la dieta, hábitos alimenticios, consumo de alimentos que no están frescos debido al calor o al contagio de enfermedades virales en lugares muy concurridos. Si te preguntas qué hacer para prevenir que tu hijo la pase mal en esta época del año y que terminen en emergencias, aquí te dejo los consejos clave que puedes seguir.
Según la Dra. María del Pilar Saénz Naranjo, gastroenterólogo pediatra de la Clínica Stella Maris, entre las enfermedades estomacales más frecuentes se encuentran la gastroenteritis (inflamación del tracto gastrointestinal), la intoxicación alimentaria, las alergias alimentarias y el estreñimiento.
Ademáss, el pronóstico por parte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) de altas temperaturas durante los días de verano, combinado con las posibles enfermedades virales ocasionadas por el fenómeno de El Niño, deben promover medidas preventivas para la salud de los menores.
“En esta época del año, es crucial que los padres de familia sean más cuidadosos para prevenir problemas estomacales. Esto incluye prácticas de higiene alimentaria, como lavarse las manos antes de comer o preparar alimentos, almacenarlos adecuadamente, evitar servir alimentos expuestos al calor durante períodos prolongados y asegurarse de que los niños se mantengan hidratados”, precisó la especialista.
Además, es importante identificar a tiempo los síntomas que el niño pueda presentar, tales como diarrea persistente, dolor abdominal, náuseas, vómitos frecuentes o dificultad para evacuar, con el fin de tratarlos oportunamente. Sigue estas recomendaciones para prevenir cualquier tipo de complicación:
- Cuidar la limpieza de las manos y juguetes: Es común mencionar la importancia del lavado de manos antes de comer o después de usar el baño, pero también es crucial vigilar que los juguetes que caen al suelo sean desinfectados con agua y jabón, o usar un detergente suave o lavarlos si es que estos son de tela.
- Almacenar los alimentos ante el calor: Durante el verano, la comida tiende a descomponerse rápidamente debido a las altas temperaturas. Después de cocinar o preparar los alimentos, se recomienda consumirlos inmediatamente o almacenarlos en la refrigeradora.
- Promover la lactancia materna: La leche materna contribuye significativamente a la salud de los bebés, gracias a su rico contenido de nutrientes, vitaminas y minerales. Estos elementos refuerzan el sistema inmunológico del menor y ayudan a reducir el riesgo de infecciones gastrointestinales.
- Cuidar la alimentación complementaria: Es importante identificar posibles reacciones alérgicas al introducir nuevos alimentos en la dieta del bebé. Para ello, el régimen alimentario del bebé debe estar acompañado de las recomendaciones del especialista. De surgir algún tipo de reacción, orientarse inmediatamente con su pediatra de cabecera.
- Aumentar ingesta de líquido: La deshidratación es peligrosa, especialmente en bebés y niños, cuando se combina con otros factores. Por ello, ante las elevadas temperaturas ante el verano que se avecina, es crucial el consumo de agua y en lo posible, evitar las bebidas con azúcares
- Promover buenos hábitos alimenticios: Fomenta una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos nutritivos y evita la exposición excesiva a alimentos procesados, que son ricos en azúcares y grasas poco saludables.