Medio Ambiente | Cada vez son más las personas que optan por utilizar más las bolsas de tela frente a las bolsas de plástico. Hay quienes creen que esto podría ser una simple moda, algo pasajero. Cierto o no, es importante destacar que las personas están comenzando a tomar conciencia respecto del cuidado del medio ambiente.
Además, el uso recurrente de estas bolsas de tela hace que se convierta en un hábito, que trae muchos beneficios tanto para quienes las utilizan como para el planeta.
Claudia Ruiz, CEO y fundadora de Vernácula, una concept store peruana que se ha encargado de promover el cuidado medioambiental desde 2014, explica cuáles son estos impactos positivos:
No contaminan el medio ambiente.
A diferencia de las bolsas de plástico, estas no son de un solo uso, pues se pueden reutilizar. Esto evita, en primera instancia, que se contamine el mar, lugar en el que terminan las toneladas de plástico que arrojamos a diario, a la vez que contribuye a la supervivencia de las especies marinas.
Estas bolsas son más resistentes.
Por el mismo material del que están hechas, son bolsas que soportan mayor peso y evita el tener que reemplazar por otra bolsa de plástico ante una eventual ruptura. En otras palabras, es más práctico para llevar o transportar las cosas.
Las puedes reutilizar.
Ruiz enfatiza en esto: se trata de reutilizar. “Esto es lo más importante, hay que evitar llenarnos tanto de bolsas de plástico como de bolsas de tela”, precisa.
Crean conciencia en otras personas.
El hecho de hacer visible esto hace que la gente se sensibilice sobre el cuidado del planeta y este acto de buena fe tiene un efecto dominó en las personas.
Generan un costo económico menor.
Si se quiere ver el beneficio inmediato que estas bolsas brindan a quienes las utilizan, se puede decir que, en el mediano y largo plazo, son más económicas. Hoy nos cobran por las bolsas plásticas por ley, mientras que, al cargar con una bolsa de tela, ya no debes generar gasto por cada una de las bolsas que te dan.
Según Ruiz, una vez que tienes la convicción de que estás aportando a la humanidad, este mensaje cala en nuestra mente al punto de volverse hábito. “Se vuelve parte de tu estilo de vida, de tu día a día. Así se empieza a cultivar y a incentivar a las personas”, comenta.