La Policía italiana encontró una reliquia que contenía una gasa bañada con la sangre del papa Juan Pablo II que de una iglesia en los Abruzos.

Tres jóvenes confesaron el robo en la pequeña parroquia de San Pietro della Ienca, al oriente de Roma. Indicaron que no se dieron cuenta del valor de su botín y que durante huida arrojaron la reliquia del beato polaco. Aún faltan otras piezas sustraídas.

El robo de la reliquia, una de solo tres en el mundo, causó desazón en la zona de Abruzos. El pontífice era gran aficionado de esta área y solía escaparse ahí para rezar, pescar y esquiar.

Juan Pablo II y Juan XXIII podrían ser canonizados , anunció el papa Francisco a fines de septiembre de 2013.