Los ciudadanos de Hong Kong volvieron a salir a la calle este domingo para pedir democracia, después del final de la “revolución de los paraguas” en diciembre del año pasado y ante la inminente votación de la reforma electoral esta semana, si bien las movilización ha sido menor de lo esperado.
Bajo el lema “Ciudadanos en contra de la campaña de pseudosufragio universal” impreso en pancartas gigantes y panfletos, cientos de personas arrancaron la marcha en el parque Victoria de Hong Kong a las 15.00 horas (7.00 GMT) en dirección a las oficinas del Gobierno y del Parlamento en el distrito de Admiralty.
Hasta 3.000 personas se llegaron a concentrar desafiando el calor y protegidos con paraguas amarillos – símbolo de la “revolución de los paraguas”, si bien el número no cumplió con las 50.000 personas convocadas para la ocasión por el Frente de los Derechos Civiles Humanos.
“Anticipábamos mayor asistencia para hoy… Echamos de menos a algunos representantes políticos y estudiantiles pero estamos seguros de que más gente se sumará a lo largo de estos días hasta que la reforma sea sometida a votación”, dijo a Efe Edward Lau, uno de los organizadores de la cita.
A la marcha acudieron 14 de los 27 legisladores democráticos con representación en el Consejo Legislativo y cuyos votos serán claves para decidir si la polémica reforma saldrá adelante esta semana, que se someterá a aprobación entre el jueves y el viernes.
El Parlamento necesita dos tercios de los votos de los 70 representantes para aprobar la reforma, dejando su viabilidad en manos de los 27 legisladores democráticos, quienes han dejado ver en las últimas semanas su rechazo a la propuesta de forma unánime.
La propuesta electoral que se debatirá requiere que los candidatos para las elecciones de 2017 sean elegidos por un comité de nominaciones compuesto por 1.200 miembros afines a Pekín antes de que, por primera vez en la Historia de Hong Kong, pasen a ser elegidos por los ciudadanos.
Ello significa que los candidatos a las elecciones habrán sido previamente seleccionados por el régimen chino, por lo que los hongkoneses no consideran que estas vayan a ser unas elecciones libres si el esquema propuesto por Pekín se acaba aprobando.
“Esto es aún un juego de adivinanzas, hay rumores de que alguno de los legisladores podría ceder ante la propuesta del Gobierno chino”, dijo a Efe Mónica Kwok, una de las voluntarias en la organización de la marcha de hoy, en la que se coreaban consignas como “Queremos una auténtica democracia” o “Veto al falso sufragio universal”.
Entre los asistentes también se pudo ver a Joshua Wong, uno de los líderes estudiantiles que dirigió la llamada “revolución de los paraguas” que, durante 79 días del pasado año, puso contra las cuerdas al régimen chino pidiendo más libertades democráticas y exigiendo la retirada de la polémica propuesta electoral.
Las protestas no lograron ninguna concesión sobre el método de votación pero sí dividieron a la opinión pública de la ciudad y han provocado una clara escisión en el Parlamento hongkonés.
Desde hoy y hasta finales de la próxima semana, manifestantes se darán cita en las inmediaciones de los edificios gubernamentales para seguir presionando a políticos y ciudadanos a que rechacen la reforma, custodiados día y noche por los miles de policías que han sido desplegados para controlar la ciudad en una semana crucial.
Las autoridades están preparadas para hacer frente a nuevas tensiones, tanto por parte de los grupos democráticos como de los grupos afines al Gobierno que, durante estos días, se verán las caras a las puertas del Parlamento.
“Si la propuesta sale adelante habrá nuevas protestas, más intensas pero más cortas que las que tuvieron lugar durante la revolución de los paraguas”, defendió el organizador de las manifestaciones que tratan de recuperar la ilusión por un Hong Kong más libre que se vivió el año pasado.
(Fuente: EFE)