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El presidente de Siria, Bashar Al Assad, confirmó la disposición del Gobierno a poner su arsenal de armas químicas bajo control internacional. Su país presentará ante la ONU documentos que servirán para elaborar un acuerdo sobre este material, dijo en una entrevista a la cadena de televisión rusa Rossiya 24.
El gobernante aclaró, no obstante, que esto responde a la iniciativa de Rusia y no a las amenazas de Estados Unidos. “Las amenazas estadounidenses no influyeron en la decisión de entregar las armas químicas”, sostuvo en declaraciones que reproduce la agencia de noticias Interfax.
En tanto, expertos del Instituto de Estudios Estratégicos (IISS) estiman que en los próximas días recrudecerá la violencia en Siria luego del anuncio de Estados Unidos de que no atacará de forma inminente a Damasco.
“Entre los rebeldes hay una fuerte sensación de abatimiento y abandono (…) El régimen aprovechará esa pasividad de sus adversarios”, señaló el experto para Cercano Oriente Emile Hokayem, del IISS.
En tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que una eventual intervención militar contra Damasco generará inestabilidad en el mundo. “Millones de personas en todo el mundo ven a Estados Unidos cada vez más no como un modelo de democracia, sino como un país que se vale solamente de la fuerza bruta”, escribió en el The New York Times.
