En esta ocasión Miranda Kerr lució un vestido del diseñador Emilio Pucci de la colección ‘pre-fall’ 2014 que destacaba por una gran abertura lateral que comenzaba en la espalda y llegaba hasta los pies.

Para sacar el máximo partido a su diseño eligió unas sandalias de tacón negro de la firma Casadei y un gran collar y unos pendientes de diamantes.