De acuerdo a la tradición, el 29 de febrero de cada año bisiesto es el día en que algunas culturas las mujeres aprovechan para pedirles matrimonio a sus novios. Todo surgió el siglo VI, cuando Santa Brígida de Irlanda se dio cuenta que muchas damas no se casaban por la falta de decisión de los hombres a la hora de pedirles matrimonio. Pero ¿será tan fácil romper con las tradición y animarse a hacerlo? Aquí algunos tips y consejos.

El primer paso. ¿Qué tan compenetrados están ambos en la relación? Antes de tomar una decisión deberás estar segura de lo que hay entre los dos. Liz H. Kelly, entrenadora de citas en Los Ángeles sugiere comenzar el sondeo con algo así: “Me gustas mucho y me la estoy pasando muy bien contigo. Quiero saber lo que piensas sobre nosotros y hacia donde crees que vamos”.

Prepárate para cualquier respuesta. Antes que nada debes sondear qué piensa de su relación. “Sí, te va a doler durante un tiempo si un chico te contesta que no está loco por ti, pero es mejor que perder años, especialmente si ya quieres tener una familia”, asegura Kelly.

Ok, está listo. ¿Y ahora? ¿Cuánto tiempo han salido? Debes preguntarte si ambos están listos, si hay química, si conoces a tu hombre. Si respondes a todo que sí, si conoces sus intereses, la propuesta no debe ser tan difícil.

Si es un chico romántico. Por ejemplo si sabes que es un romántico, puedes considerar comprar velas, champagne, prepararle su postre favorito, para una cena en casa. Así podrán estar en un ambiente cómodo y tú estarás en tu terreno para lanzar la propuesta.

Busca un momento perfecto. Cuando tú y tu pareja tienen proyectos juntos y todo marcha de maravilla entonces podría ser momento de jugar la carta. Nunca es demasiado pronto para ser tú la que de el paso.

¿Es necesario un anillo? Como estás lista para romper con la tradición, puede que también quieras cambiar la forma de pedirle matrimonio. A cambio de un anillo de compromiso puedes comprar un detalle significativo, y después pueden escoger juntos el anillo de compromiso.

Y si te dice que no. La tradición dicta que si un hombre se niega, deberá compensar a la mujer, ya sea con 12 pares de guantes, una bata de seda, un beso, la tela para hacer un vestido o el pago de una multa.