Gigi Engle es una mujer y joven periodista y que forma parte del portal Elitedaily.com, donde ha escrito un hermoso artículo sobre la relación entre hermanos y como va madurando con los años. A continuación te lo mostramos:

“Cuando pequeños, puede que solo veamos a nuestros hermanos como los seres molestos que cambian la televisión o destrozan nuestros juguetes. Pero con el correr del tiempo, te vas dando cuenta de lo importantes que son y cómo determinan la persona en la que te conviertes mientras vas creciendo. Se van transformando en tus cómplices ante tus padres, o en aquellos que te cuidan cuando los adultos están en el trabajo.”

“¿Qué sería de nosotros sin ellos? Eran los primeros en apoyarte para programar planes en familia, o quien te salvaba del aburrimiento de un domingo en la casa de los abuelos. Te enseñaron a compartir, ser sociable y pensar en los demás antes de que en ti misma. Hay innumerables características que hoy tienes, que no serían posibles de no ser de haber tenido a esta persona (o personas) en tu vida.”

“Y mientras piensas en esas cosas que solo ustedes dos entienden y los hacen reír, te mostramos las 10 maneras en que comienzas a valorar a tus hermanos cuando ya has crecido:”

1. Solían jugar juegos de video, ahora juegan a mandarse mensajes de texto

¿Cómo olvidar esas tardes enteras jugando Super Mario? Estaban pegados a la pantalla por horas, que ahora ha cambiado al celular, y una batalla de memes y fotos ridículas, para ver quién hace reír más al otro. O se apoyan mutuamente en mensajes cuando van a la casa de esa tía que no escucha nada.

2. Acusabas a tus hermanos con tus padres; hoy, tus hermanos son los mejores a la hora de guardar un secreto

Todos solían acusarse mutuamente para quedar como el hijo bueno. Cuando salías a escondidas era completamente aceptable decírselo a tus padres. Sacrificaban la confianza e integridad del otro por motivos infantiles y egoístas, pero eran inmaduros en la época.

Ahora que eres mayor, tus hermanos son los mejores cuando debes contar una confidencia. Se cuentan todo, y estás feliz de saber que tus hermanos no te juzgarán porque te aman de forma incondicional.

3. Solían competir entre ustedes, pero hoy se apoyan de forma incondicional

Cuando eran más pequeños era completamente normal querer ganarle al otro, o ser el mejor en todo. Cuando eres más pequeño es normal que te comparen con tus hermanos. Sin embargo, ahora que estás más grande y has comprendido cuáles son tus fortalezas, sueños y capacidades; tus hermanos se han convertido en el apoyo más importante que tienes. Ya no juegan en bandos opuestos, sino que ocupan la camiseta del mismo equipo.

4. Solían sentir celos, pero ahora pueden apreciarse por quienes realmente son

Era fácil sentir celos de tu hermano o tu hermana cuando eras pequeña. Tu hermana cantaba mejor, tu hermano debatía mejor y todo lo que tenías era… ¿Ser una mejor lectora? Constantemente deseabas tener las cosas que ellos tenían. Y lo mismo les pasaba a ellos.

Ahora que todos están grandes ya no sienten celos: aprecias a tus hermanos por sus talentos y estás orgullosa de ellos.

5. Solían discutir mucho cuando eran pequeños

Solían pelear como hienas enojadas, intentando de forma desesperada quedarse con lo mejor. En el caso de tus amigos, no podías salirte con la tuya peleando con ellos de esa forma.

Puede que antes hayan sido malvados entre ustedes, pero ahora intentan ser mejores hermanos y hasta comparten un porta tarjetas donde ponen la información de sus contactos.

6. Solías ser posesiva, pero ahora comparten todo

Cuando se trataba de compartir, solías utilizar la regla de lo que es mío, es mío. Pero ahora sabes que compartir significa que te preocupas de ellos. Tus hermanos son tu familia y, por lo tanto, son las únicas personas que realmente importan. Las posesiones materiales son sólo cosas, pero la familia es para siempre.

7. Solías aceptar que tendrías que acostumbrarte a estar con ellos, pero ahora sabes que no escogerías a nadie más

Es cierto que no puedes escoger a tu familia. No importa lo mucho que te volvieran loca tus hermanos y hermanas cuando eran más pequeños, ahora no podrías imaginarte la vida sin ellos. Puede que no sean perfectos, pero son tus hermanos. Te ayudaron a convertirte en la persona que eres hoy.

8. Solías enojarte mucho cuando tu hermana te sacaba tu ropa, pero ahora tú le sacas la ropa a ella

Tu hermana veía tu clóset como si fuera su boutique personal, usando lo que más le gustara en diferentes ocasiones. Esto solía molestarte mucho. Pasabas horas buscando esos jeans estampados de cintura alta sólo para luego encontrar a tu hermana pequeña usándolos en la cena.

Aunque aún no logras comprender cuando comenzó a desarrollar su propio estilo o cuando llegó a tener un guardarropa mejor que el tuyo, constantemente visitas su clóset.

9. Solías querer que los vieran como personas separadas, pero ahora te enorgullece que los vean como un conjunto

Solías querer ser tu propia persona. No querías que te asociaran con tus hermanos de ninguna manera que pudiese afectar tu identidad. No querías ser vista como la hermana pequeña de tal, querías ser tú. Pero ahora, estás feliz de que los asocien. Después de todo, son el grupo más genial que existe.

10. Tus hermanos solían ser tus enemigos mortales; hoy son tus mejores amigos

¿Hay alguna rivalidad más extrema que la que existe entre hermanos? Eran tu mayor competencia.

Tus hermanos te volvían loca, sospechabas de ellos siempre y te convirtieron en una persona increíblemente fuerte. Ahora que son adultos, ya no son enemigos, ya no intentas tirarlos de un precipicio y salvarte sólo a ti misma.

“Tener hermanos significa que tendrás a tus mejores amigos contigo desde la cuna hasta la tumba. Por todas las cosas malas que has pasado con ellos, es importante recordar que los buenos momentos valen totalmente la pena.”

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