Kelsey Shaw y Callum Willcocks,ambos jóvenes de Liverpool, tenían 12 y 14 años respectivamente cuando empezaron a salir juntos. Sólo un año después, Kelsey quedó embarazada y nueve dio a luz al pequeño Caitlin. Tres años más tarde, la familia Shaw llora la muerte de la joven, estrangulada por su novio de toda la vida cuando sólo tenía 17 años.

La relación entre Kelsey y Callum siempre estuvo marcada por el continuo abuso de las drogas, el excesivo consumo de alcohol y reiteradas acusaciones de infidelidades.

Según publica el diario Daily Mail, ambos comenzaron a salir juntos cuando tal sólo eran dos niños. Él tenía 14 y ella 12. Un año después, Kelsey se quedó embarazada del pequeño Caitlin. Sin embargo, ni su nacimiento ni la nueva vida que se les abría delante de ellos hicieron cambiar al joven Callum.

Así, un día de mayo, el joven acabó con la vida de Kelsey a la que estranguló sin mediar palabra. “Eran demasiado jóvenes. Había fuertes sentimientos de adultos mezclados con la inmadurez de los niños”, según ha declarado el abogado del joven. Ahora, un tribunal le ha condenado a más de 16 años de cárcel tras declararlo culpable de asesinato.