“El síndrome de deficiencia de GLUT1” es la rara, hereditaria e incurable enfermedad que sufre Amy Paterson, una niña de nueve años que sigue una alimentación totalmente opuesta a la que debería seguir alguien de su edad.

Su cerebro no consigue recibir el suficiente alimento por lo que debe consumir el triple de grasas que sus compañeros de clase o de lo contrario podría sufrir convulsiones mortales.

Mientras las autoridades sanitarias advierten del peligro y continuado aumento de la obesidad infantil y alertan sobre sus dietas ricas en grasas descubrimos el caso de Amy Paterson. Según informa el diario The Daily Mail, la pequeña está obligada a seguir una dieta rica en grasas para poder vivir.

¿Qué es el síndrome de deficiencia de GLUT1?

Es una patología que consiste en que el cerebro no asimila los nutrientes de una alimentación normal pudiendo llegar a tener un desenlace fatal. La enfermedad está causada por un gen defectuoso heredado de uno de los padres y que no permite que la glucosa se transporte al cerebro de manera eficiente, dejándolo hambriento de energía.

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