Ana, una mujer guatemalteca de 34 años, y su hija de 12, esperan con ansias que el gobierno norteamericano les mande los boletos de avión y la documentación necesaria para volver a Estados Unidos, luego de haber sido deportadas por error.

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En el 2014, ambas mujeres llegaron a Estados Unidos en busca de asilo, debido a la pobreza y violencia que se vive en su país de origen. Al llegar a la frontera, fueron detenidas por las autoridades migratorias y recluidas en el centro de detención familiar de Pensilvania.

Pese a que su orden de deportación había sido apelada y estaba en revisión, el pasado 19 de junio, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) devolvió a Ana y su hija de Guatemala. Ni su abogada ni la corte que llevaba su caso fueron notificadas de esta decisión.

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“No solo se cometió un error con Ana y su hija, sino que las han puesto en peligro”, sostuvo Bridget Cambria, abogada de las inmigrantes en Estados Unidos.

“No es solo comprar un boleto de regreso y traerlas a Estados Unidos aunque haya una orden judicial para expeditar el proceso. Nuestro gobierno debe enviar la documentación necesaria y el dinero para que pueda viajar”, agregó.

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