Alabama se convirtió en el trigésimo séptimo estado norteamericano en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, al comenzar a emitir las licencias pese a un intento que pretendía obstaculizar este tipo de uniones.

La Corte Suprema Federal comenzó a emitir las licencias a las parejas que habían hecho fila durante horas y salieron de los tribunales ante el aplauso de familias, amigos y partidarios.

“Ya era hora”, dijo Shanté Wolfe, de 21 años, quien con su pareja Tori Sisson, habían acampado y fueron las primeras en el condado en recibir la licencia.

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Como se sabe, la jueza federal de distrito, Callie Granade, determinó en enero pasado que se emitieran las licencias de matrimonio entre parejas homosexuales desde el 9 de febrero, para dar tiempo al estado de Alabama a prepararse.

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El pasado domingo, el procurador general de Alabama, Roy Moore, solicitó que esta suspensión se prorrogue, sin embargo, la corte Suprema Federal se negó a eso, lo que allanó el camino para que comenzaran los matrimonios.

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