Hasta el martes 12 de abril, Galería del Paseo (General Borgoño 770, Miraflores) acoge la tercera muestra individual de Fernando Prieto titulada Luz negra, donde, a partir de una instalación homónima a la exposición, propone experiencias físicas sutiles orientadas a develarnos aquella dimensión del vacío, que solo puede ser apreciada si se incorpora el “ritmo de la calma”, como expresa el artista. La exhibición podrá ser visitada de lunes a viernes de 11:00 a 20:00 hrs. y sábados de 16:00 a 20:00 hrs. El ingreso es libre.

La instalación Luz negra, que da nombre a la exposición, está conformada por pequeñas pinturas sobre soportes de madera que evidencian la manera en la que la luz cae sobre las paredes de la galería a una hora determinada. Así, el espectador podrá recorrer la instalación y constatar el cambio de luz de acuerdo a la hora de la visita.

También se podrá ver la serie de dibujos 000 donde el contacto del grafito con el papel remite a partículas de polvo o constelaciones y líneas que delimitan, pero no cierran, donde es necesario dejar el lenguaje de lado para privilegiar lo sensorial. Para los pájaros, la instalación en el exterior de la galería, es una invitación para las aves de la zona que funciona a su vez como pieza sonora y propone una interacción entre el adentro y el afuera del espacio expositivo. Por último, la serie de dibujos Ceder y contener pone de manifiesto un fenómeno físico constante y desapercibido como es la gravedad, donde es esta la que posibilita las marcas de la tinta sobre el papel. El artista aparece en estos casos como un facilitador: solo apunta más no interviene.

Si Al interior de un límite (2015) – su última individual – nos proponía volver a mirar el espacio de la galería con atención, pues no se mostraban objetos artísticos en su interior sino una intervención de los mismos materiales que conformaban el espacio expositivo, Luz negra continúa esta línea de trabajo en la que el artista a través de las propuestas antes mencionadas, nos invita a entrecerrar los ojos y agudizar nuestros sentidos para descubrir los diversos universos que contiene la sutileza.