Todos tenemos series de dibujos animados con las que hemos crecido, personajes a los cuales casi idolatrábamos y jugábamos a ser ellos. Cuántos habrán querido tener los poderes de Gokú, tener una mascota poderosa como Pikachu, ser tan populares como Bart Simpson o Las Superpoderosas, o tener unos padrinos mágicos que nos den todo lo que queramos. Eso queríamos, hasta que crecimos.

Los años pasaron y dejamos a aquellas series animadas guardadas en el televisor, mientras nos preocupábamos en lo que las hormonas y la libreta de notas nos dictaran. La fantasía se iba diluyendo para dar paso a la ‘cruda realidad’, teníamos que enfrentar al mundo, pensar en el futuro, vivir la vida, seguir pensando en el futuro, estudiar algo que nos ayude en el futuro para seguir pensando en el futuro, buscar un trabajo, para encontrar otro mejor en el futuro, y así sucesivamente.

Y hay veces – muy pocas, pero las hay – que volteamos la mirada al pasado, en esos breves momentos de pausa. Recordamos quienes fuimos, qué fácil era todo antes, qué diferente se veía todo, y te acuerdas de los amigos del barrio, del juguete fabuloso que te dieron una Navidad y… ¿qué habrá sido de aquellos dibujitos que nos hacían reír? ¿Seguirán en aquellos mundos multicolores? ¿Seguirán intentando ayudar a los demás y haciendo que al final todo resulte bien?

Pues no, ellos también crecieron, se olvidaron de ti como tú te olvidaste de ellos, quisieron hacer sus vidas y se metieron a estudiar a la universidad, donde la están pasando ‘de lo lindo’ y experimentando con todo. ¿Qué creías, que ellos no pensaban en su futuro? Pues mira como les va en la siguiente galería, y dime si siguen siendo tan lindos.