En la ribera del Mar Negro, en Crimea, está ubicado un majestuoso y colosal castillo llamado Nido de la Golondrina. Este edificio perteneciente a la corriente de la “arquitectura decorativa” fue construido en el año 1912 y representa una de las últimas expresiones de originalidad antes de la llegada soviética.

Este castillo se impone al borde de un acantilado, a unos 40 metros cerca del cabo Ai Todor. Desde allí, se puede observar un amplio sector de toda la costa a los alrededores.

Antiguamente el Nido de la Golondrina fue usado como un club de lectura exclusivo para personas privilegiadas, pero al ser dañado por los efectos de un terremoto, fue cerrado al público durante décadas.

El día de hoy alberga un restaurante italiano, con una excelente gastronomía y que a la vez funciona como un mirador excepcional.

Fuente: canalviajes.com