La persona no solo debe consentir la práctica sino que debe prepararse físicamente para llevar a cabo esta práctica. “En los juegos sexuales con penetración anal se imponen las caricias y los preliminares”, afirman los médicos. No se debe pasar al acto sin preparación previa.

En la mujer la lubricación vaginal se produce durante la excitación, pero no es así con el ano. Lo mejor es utilizar un gel hidrosoluble e hipoalergénico.

Lanzarse a explorar todos los orificios que la naturaleza le ha dado cuerpo requiere un orden. El ano debe ser el último orificio a explorar, después del sexo y la boca. “Los gérmenes que se encuentran en el ano son los mismos de las heces”, precisan. Es importante tomar las precauciones de higiene necesarias, e incluso lavarse antes del acto.

Mayores riesgos de infección

Los riesgos de infección aumentan con el sexo anal. “Es una puerta de entrada a la contaminación más importante que la que ofrece la vagina y, por lo tanto, a todas las enfermedades de transmisión sexual”, añaden los expertos.